Preguntas frecuentes

El CBD, abreviatura de cannabidiol, es un compuesto natural de la planta de cannabis. No es psicoactiva y no produce el «subidón» asociado a la marihuana. El CBD se utiliza habitualmente por sus posibles beneficios terapéuticos, como la reducción de la inflamación y la relajación.

En Europa, el CBD derivado del cáñamo (un tipo de planta de cannabis con bajos niveles de THC) es legal en virtud de la Ley Agrícola de 2018, siempre que contenga menos del 0,3% de THC. Sin embargo, las leyes sobre el CBD varían según el estado y el país, por lo que es importante comprobar la normativa local antes de comprar o consumir productos con CBD.

El CBD interactúa con el sistema endocannabinoide (SCE) del organismo, que ayuda a regular diversas funciones fisiológicas como el estado de ánimo, el apetito y la sensación de dolor. El CBD puede afectar al ECS al unirse a determinados receptores, produciendo potencialmente efectos terapéuticos.

Algunas personas utilizan el CBD para ayudar a controlar los síntomas de diversas afecciones, como la ansiedad, el insomnio, el dolor crónico y las convulsiones. Sin embargo, se necesita más investigación para comprender plenamente los posibles beneficios y riesgos del CBD.

El CBD puede consumirse en diversas formas, como aceites, cápsulas, gominolas, tópicos y vaporizaciones. La dosis óptima y el método de administración pueden variar en función de la persona y sus necesidades. Se recomienda empezar con una dosis baja e ir aumentándola gradualmente hasta conseguir los efectos deseados.

Aunque en general el CBD se considera seguro, algunas personas pueden experimentar efectos secundarios como sequedad de boca, mareos y cambios en el apetito o el estado de ánimo. El CBD también puede interactuar con ciertos medicamentos, por lo que es importante consultar con un profesional sanitario antes de consumir CBD si se está tomando algún fármaco con receta.

Al elegir un producto de CBD, busque los resultados de las pruebas de laboratorio de terceros para confirmar la potencia y pureza del producto. También debe tener en cuenta factores como el método de extracción, la fuente de cáñamo y los ingredientes utilizados. Es importante comprar a una empresa reputada que dé prioridad a la transparencia y la calidad.